miércoles, 25 de marzo de 2009

Memorias de Kande Mutsaku Kamilamba


Admirable profesor y maestro de la vida, 25/03/09.
Descanse en Paz

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La primera vez llegué a su oficina y le dije, “ya entendí cuál es el blanco de la guerra”
El apartado a mis letras, titulado: “Revive antigua guerra en Oriente”, publicado posteriormente en las memorias del ITESM, contenía las cifras clave del entramado terrorista entre el Hezbollah e Irán: una especie de cuestionamiento al fanatismo religioso, la lucha por los energéticos y los enigmas detrás de la Guerra Santa en Medio Oriente. Resultaba cómica mi hipótesis provocadora, en la conexión terrorista (Irán-Líbano-Siria) y su infiltración política-militar en el terreno civil. Cuando llegué con Kande a teorizar sobre las futuras guerras religiosas me dijo: ¿Para qué quieres escribir un libro? Mejor, publiquemos juntos un artículo. Arriesga tu hipótesis (no necesitas más) y siempre tendrás lectores. Decidimos arriesgar y después me dijo: oye hija, van a creer que estamos locos; mejor sacamos un artículo para la escuela.


Primera lección: La verdad siempre oculta, sale a la luz (siempre inoportuna). Mi hipótesis comprobó un hecho real y una alianza inevitable en la antesala a una guerra.

“Te consigo un novio Congolés”

Hija, te consigo un novio Congolés. Eso fue lo que me dijo la segunda vez que llegué a reclamarle una calificación a su oficina. -Te complicas mucho la existencia, la vida es más sencilla. ¿Qué importará una calificación para cuándo te gradúes? Eso no importa. Mira, allá en mi país, la gente se mata el lomo por unos pedazos de pan. Al final, el ser humano (justa o injustamente) decide su felicidad. El dolor es inevitable, pero sufrirlo es opcional. Lo que tienes que hacer es dedicarte a ser feliz. Yo te puedo conseguir un novio negro para que seas feliz. … Ah, seguro estás pensando: pinche profesor negro, qué le importa. Pero de verdad te digo, la felicidad es más fácil de lo que crees; lo que pasa es que el ser humano se complica la vida con estupideces.


Segunda Lección: La felicidad era otra cosa: un conjunto de palabras indescifrables, pero vívidas en la memoria.



“¿A poco te llevas con tu amigo ese?”

Mi amigo “ese” denominado J. en referencia a su preferencia homosexual. - A mí me traen loco con la juventud y eso, no la entiendo. Yo no sé nada de la gente y tampoco entiendo la cultura, pero sí conozco el amor en medio del caos. Mientras tú te respetes a ti mismo y respetes al otro, no hay problema. No tiene nada de malo la humanidad y el amor de unos a otros. Total, existe un solo Dios para todos. Con quien sea que decidas estar, busca el respeto mutuo. - Allá en África continuó, los hombres tienen muchas mujeres y luego ya no saben qué hacer con tantos hijos. Luego resulta que yo los tengo que mantener. Imagínate si realmente me tomara en serio eso de las llamadas telefónicas de los familiares desde allá; me volvería loco. Pues no, me dijo. Uno tiene que ver por los suyos; se ayuda con lo que se puede. Pero sí sufro me dijo, con este único salario no me da para mantener a toda mi familia. Allá se están muriendo de hambre y yo aquí viendo cómo le hago. Mira, mi vocación era eso de la teología, pero la vida me llevó a otros lados. Ahora estoy aquí en México, en mi oficina, enseñándote cómo se vive (tan miserablemente) en África. Para que, tal vez, valores un poco más la vida.


Tercera lección: Valorar a la vida es saber escuchar tu camino. Lo demás, es parte de tu destino.


“Ustedes los mexicanos no saben convivir”

Cuando preguntó en clase ¿cuál podría ser una alternativa a las huelgas y paros (resultado de la “mala política o cultura política”)?, una compañera contestó: eso no importa, matamos al Peje. Inmediatamente se escuchó: -“Salte de mi clase” No es posible que escuche de ustedes este comentario, es intolerable. Irónicamente, muere Kande Mustaku de un balazo.
Recontando los hechos, esta memoria, sirve en mí como una enseñanza: un ideal que fue capaz de sostener Kande hasta su muerte. Con esta razón murió: buscando el respeto y nunca hallándolo; pero siempre luchando, siempre valiéndose de una condición esencial: “respétate a ti mismo y respeta a los demás”. Después recuerdo haber escuchado: - Si no obtengo un mínimo estándar de humanidad me largo- . Se fue de mi escuela, de México y del mundo. Murió por su causa. En muchos sentidos, esta frase hace eco en todos los que recuerdan su existencia: “ustedes los mexicanos no saben convivir”.

Última lección: se vive por una causa y lo injusto, es morir con ella.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo presumir de haber conocido a Kande Mutsaku a fondo. Para mí fue un profesor, un excelente profesor. Fue el primer congolés – y africano – que conocí en mi vida; sin caer en estereotipos y reduccionismos, convivir con él me mostró esa trágica alegría de vivir que se encuentra presente en todos los seres humanos, pero que en África saben manifestar con particular belleza. Su sabiduría y carisma son testimonio vivo – siempre vivo – de la capacidad de un profesor para enseñar algo que no se encuentra en los libros, una enseñanza humana en toda la extensión de la palabra, una palabra cuya sonoridad trasciende a la vida misma. Ciertamente el mundo – por lo menos la pequeña porción de éste que tuvo el honor de conocerle – lamentará esta pérdida. Kande, tu capacidad para arrancarnos una sonrisa nunca pasó desapercibida, y queda marcada indeleblemente en tu memoria.

Anónimo dijo...

Hermosas memorias. Las viví también. Recuerdo que llevamos clase juntas con él, aunque tu y yo nunca nos hablamos.

Kande era como bien precisas, un maestro de la vida.

Rubén Alberto Moreno Zavala dijo...

Sabias memorias Ari, y digo sabias pues de toooodo lo que alguna vez escuchamos decir a Kande en pláticas formales e informales, has extraído una sustancia sencilla, corta, pero impactante en las memorias de todos nosotros que también tuvimos el susto, gusto e impresión de conocerlo en muchos aspectos.

Saludos

Juan Eme dijo...

fue lo mejor que pudieron escribir acerca de Kande, para mi la mejor forma de recordar a alguien es con esos momentos que te marcaron, una manera auténtica para describirlo...

ADAN RIVERA dijo...

ADAN RIVERA, DE VERACRUZ, Kande fue un hombre como pocos, y por tanto completo, lo trate los ultimos 4 meses de su vida, y puedo resumir como un exelente maestro, consejero y sobre todo amigo, por eso hoy pido a dios lo tenga en su gloria, por que se que el esta alla, y estara muy bien junto el y se que esta escribiendo un libro o un articulo, porque el lo que tenia de negro lo tenia de grandeza interna, era inigualable, y donde este sabra que sus amigos de veracruz, lo extrañamos, y ha de extrañar los totopos del hotel xalapa, y a su amigo a quien tanto ayudo y que siempre te lelvara como uno de los mas grandes amigos que tuvo en veracruz... Kande que dios te tenga en su santa gloria... ATENTAMENTE... TU AMIGO... MTRO.ADAN A. RIVERA MUÑIZ

nicolás tlali solìs dijo...

Que agradable fué encontrar este homenaje poético que le rendiste a Kande, para quienes tuvimos la fortuna de ser sus alumnos(yo lo fui entre 2000 y 2002 wn la UAEM, y creo aue nada, nada justifica una muerte yan absurda, debe hacerse justicia para limpiar la memoria de un hombre bueno. En la Universidad Autonóma de Morelos tenemos pensado realizar una ceremonia en su memoria, nos gustaría que sus ex-alumnos y amigos estuvieran presentes. Mi correo es: ntlali@hotmail.com Saludos.