Una vez, exánime
besé tus pies mujer periplo
Dónde, la llave, no lo sé
Dios se encargó de velar obscuro beso,
Dios bien sabe que lo nuestro lleva
a dónde. No nos lleva.
Una solemnidad que no es pareada
ya no importa
Cuando el sombrero de Bach dijo a su sombra:
empiezo a rasgar vestidos;
así en tu cama,
cuerpo de alfileres sin deriva;
el techo, donde todos los ojos ven.
Una vez, exánime
la luna me dijo a puerta cerrada: querida,
música adorada,
tu réquiem es VIVIR SEDADO – no te huyas-.
Los misterios del abecedario, dos cinturas
Océano primero, tu cadalso
Risa, el viento fuimos todos los que no seremos.
¡Destruye tu voz!¡ Destruye tu acento!
resistamos al borde. Silbido y después…
Una vez, exánime,
cuando el silencio parece una maquinaria de fuego,
y sigue Bach por el Cairo, como desierto huésped
acaudalado y sombrío.
Vino una anciana aquella noche a dejarme un libro,
roble viejo
atestiguó un siglo tu dulzura. Mujer, mujer,
ser de agua, tu exquisita vanidad una y otra vez naufraga
prohibida fugaz, te volviste agua y yo quería
la batalla.
besé tus pies mujer periplo
Dónde, la llave, no lo sé
Dios se encargó de velar obscuro beso,
Dios bien sabe que lo nuestro lleva
a dónde. No nos lleva.
Una solemnidad que no es pareada
ya no importa
Cuando el sombrero de Bach dijo a su sombra:
empiezo a rasgar vestidos;
así en tu cama,
cuerpo de alfileres sin deriva;
el techo, donde todos los ojos ven.
Una vez, exánime
la luna me dijo a puerta cerrada: querida,
música adorada,
tu réquiem es VIVIR SEDADO – no te huyas-.
Los misterios del abecedario, dos cinturas
Océano primero, tu cadalso
Risa, el viento fuimos todos los que no seremos.
¡Destruye tu voz!¡ Destruye tu acento!
resistamos al borde. Silbido y después…
Una vez, exánime,
cuando el silencio parece una maquinaria de fuego,
y sigue Bach por el Cairo, como desierto huésped
acaudalado y sombrío.
Vino una anciana aquella noche a dejarme un libro,
roble viejo
atestiguó un siglo tu dulzura. Mujer, mujer,
ser de agua, tu exquisita vanidad una y otra vez naufraga
prohibida fugaz, te volviste agua y yo quería
la batalla.
Hyndra
No hay comentarios:
Publicar un comentario