"Las puestas en escena retratan un fragmento de una sociedad permisiva al bombardeo mediático de frivolidades, fracturando las sensibilidades".
“He partido de fotografías familiares y encontradas en tiendas de viejo, intervengo aquellas fotos, dejando pistas sobre las historias de los sujetos fotografiados y de la historia de las mujeres en una sociedad conservadora. En Esquelas matrimoniales, así como en trabajos anteriores, continuó trabajando el estereotipo de la mujer dentro de una sociedad patriarcal".
Gerardo Montiel, México DF (1968)
“En la búsqueda de un conocimiento espiritual interno, comencé a crear "refugios de adoración" delante de la cámara fotográfica. En este proceso estoy entendiendo mi esencia humana, porque todas mis imágenes han sido influidas profunda e inconscientemente por mis propios elementos espirituales: lo simbólico, lo psicológico, lo afectivo, etc; que devienen en lugares para la meditación y el rezo.
"La lectura marxista más rudimentaria le diría que esas señoritas bonitas están encarceladas por su propia obsesión por estos productos capitalistas, predominantemente post-TLC, tales como Miss Clairol, Panditas, Tupperware, Nutella y Canderel. Si estas chicas no estan muertas de verás, están virtualmente muertas por su dependencia total en dichos artículos".
"En mi último cuerpo de trabajo investigo la relación entre el color y la cultura popular y cómo ésta última influye en las Bellas Artes, y también cómo la pintura, el cine, la TV y otros medios producen cambios en la cultura mexicana tradicional y popular".
"Ésta exposición integra nuevas formas de representación del espacio que nos rodea. En estas imágenes, se supera la perspectiva lineal del renacimiento y emergen nuevos paradigmas. El resultado es un ejemplo de cómo la tecnología digital permite que exploremos nuevos códigos visuales de la representación visual".
El encuentro siempre fascinante y enigmático con una estructura arquitectónica implica el hallazgo, que es clave de recurrencias que sugieren el eje sobre el que gira mi construcción imaginaria del edificio, las fronteras de los espacios arquitectónicos se redefinen de una nueva manera que tiene a veces mucho de paradójico. Los mismos hallazgos se dan en la arquitectura prehispánica como en la contemporánea pues en todo edificio el ojo de la imaginación puede encontrar patrones y momentos que fracturen la realidad lineal de las superficies sólidas.
"He descubierto los paralelos existentes entre las fiestas y la vida cotidiana en la Ciudad de México, he notado la relación entre los actos políticos y las expresiones religiosas. He ligado paisajes urbanos con sentimientos, encontrado explicaciones para lo que es colectivo dentro de lo individual, traté de entender el mecanismo interno que permite la convivencia en esta ciudad, y reclamé algo que ya me pertenecía, un sentido del humor e ironía que son parte de nuestra realidad"
“No es lo mismo mirar hacia arriba que hacia abajo. Ser diferente determina la relación con el entorno y la manera de concebirlo, representa la lucha constante por obtener un espacio, un lugar. Mirar hacia arriba habla sobre la vida de un grupo de hombres y mujeres enanos que trabajan como toreros, luchadores, payasitos, y bailarines, y que lidian con la gracia y la necesidad de ser reconocidos”.
Pedro Meyer
"Los actos religiosos en México muestran una combinación de las creencias de la gente mezclados con un ritual o una representación de lo que es su identidad. En la mayoría de las imágenes podemos ver la fusión entre la religión católica y alguna manifestación de sus antiguas tradiciones precolombinas”.
"Ensayo fotográfico sobre las mujeres en prisión; soledad y lesbianismo como una manera de satisfacer necesidades afectivas; el auto castigo y los intentos de suicidio son como heridas abiertas en las muñecas, que gritan buscando ayuda. Drogas para escapar de la realidad, maternidad, solidaridad. La vida está limitada por las torres de vigilancia, las custodias las rejas y los horarios".
“Vivir en el Desierto no es un trabajo de denuncia, sino un trabajo testimonial y también un ejercicio de reflexión. No me interesa el maniqueísmo; de mis retratados, algunos viven y algunos apenas sobreviven, no estoy interesado en definir con mis imágenes los términos del bienestar. Cuando la gente a la que retrato me pregunta que para que quiero las fotografías respondo que es para llevarlas a gente diferente y mostrárselas, les digo que su vida y la forma como la viven son interesantes para otras personas en otra parte del mundo”.
Peregrinar es una penitencia, un sacrificio en este mundo para redimir los pecados que nos permitirán acceder a las bondades de la otra vida. Las peregrinaciones a Plateros, Zacatecas, para venerar al Santo Niño de Atocha, atraviesan parte del vasto desierto Chihuahuense, mientras que las peregrinaciones que cruzan San Luis Potosí y Guanajuato en honor a San Miguel Arcángel, caminan cobijadas por un cielo ennegrecido de septiembre bajo la constante amenaza de una lluvia, cuyo reflejo del agua, da a los peregrinos un aire fantasmal que anticipa el tránsito hacia el purgatorio.
En los pueblos de las montañas, la cámara todavía es una curiosidad peligrosa, ha tenido que perder su “yo” antes de que se permitiera tomar una fotografía. El “yo” detrás de la cámara es un fantasma que se mueve por puro instinto, intuición, reverencia; aprendió a andar al acecho, a mirar lo que estaba frente a él y a reconocer el momento preciso.
José Carlo González, Aguascalientes (1973)
1) El culto a la imagen de la Santa Muerte,
2) Festejos indígena de la semana santa en la sierra Tarahumara, 3) Obreros, los trabajadores del la construcción del segundo piso del Periférico,
2) Festejos indígena de la semana santa en la sierra Tarahumara, 3) Obreros, los trabajadores del la construcción del segundo piso del Periférico,