jueves, 12 de noviembre de 2009

Mitología Griega

Me voy a poner a llorar en plena oficina. Me gustan los nombres Artemisa, Apolo, Baco, Afrodita. Algún día publicaré tu libro. Nos parecemos. El reino perdido es un unicornio de color dorado, de color morado (todo menos gris).


Vaya, qué manera de expresarle a Artemisa cuánto la quiso:

Tú en ese espacio te subiste al trono, limpiaste las huellas pasadas y no has permitido que nadie pueda entrar. Algunos tocan la puerta, pero no puedo abrir porque yo no tengo la llave, yo ni siquiera alcanzo el cerrojo. Y entonces lo mantienes intacto, como tu territorio virgen, como una ninfa, como una sultana, como la Diosa Coronada de Florentino Ariza en tiempos de cólera.

No hay otra forma de colocar piedras en el río:

Cada día duele menos, y eso…también duele. Donde no hay esperanza, no hay ilusión, donde no hay ilusión no hay dolor. Eso no es lo que yo quería.

(Voy por más café, me es imposible contener los nervios).

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