martes, 24 de noviembre de 2009

Fons et. origo 11

Retrocesos

Soñé contigo. Ya tiene un año que te mandé a volar (estas fechas me recuerdan el aniversario). Me levanté empapada en sudor y lágrimas. No te he olvidado (eso nunca).  Aunque tampoco nunca te dejaré de amar. Aprenderé una forma sublime para desprender las lágrimas; las heridas que sangran a ratos y sienten el peso inncesario. Perdonaré mi cobardía; no sé qué clase de artimaña corta la comunicación de tajo: "dicen que la distancia y el olvido". En mis sueños te siento cerca y el olvido duele más. No eres la clase de persona que uno suele recordar a ratos. Fuiste un episodio lento y aquí sigo alimentando a nuestras hijas. Quisiera que cesaran mis gritos interiores. Tengo muchas imágenes plegadas…Te extraño a morir.

Lo siento mucho. Siento todo el peso. Todo el cuerpo. Me pesa un kilogramo de plumas (todas las del océano), todas las olas que nadamos en los coralillos de peces dorados. Aún, me hace falta tu voz para llorar las pérdidas. Hay días que te escucho detrás de mis paredes y siento tus latidos conversando. Te veo caminando en la arena (eras una niña con tu sonrisa etérea). Extraño los consejos de tu padre; la espontaneidad de tu hermana; la vanidad de tu madre. Perdí un hogar y no recuerdo cómo traerlo de vuelta. Tengo fragmentos de vida y un telegrama que dice: "No me olvides".




1 comentario:

Chichu Barboza dijo...

:)... muy bueno..."No me olvides"