lunes, 12 de octubre de 2009

fons et.origo 4

Este es un sueño filtrado por mi distracción: resisto la cera caliente de una veladora morada. Me siento en mi cama y veo el reflejo del televisor. Añoro esa ventana que posa fija y no parece alterarse. Quiero dedicarte un poema apropiado, pero todo empezará con “nube” y terminará con “amor”. Hojeo un libro para encontrar una palabra nueva:”la pintura vieja del antepecho blanqueante”. Parece intelectual monotonearme. Este cuarto es una piedra y en algún lado la piedra fue un cuarto con cinco ventanas. Por ahí pasó un caminante que solía escribir poemas.

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