viernes, 28 de agosto de 2009

Rainer Maria Rilke

Vivir en los brazos sólo puede hacerlo quien es capaz de morir en ellos; cada uno elige su permanencia según el gusto (deja que lo exprese con esta frívola sensualidad) de su muerte. Lo que empuja aquellos hombres a su marcha errante, a la estepa, al desierto...es la sensación de que su muerte no le complace la casa en que vivían; de que no tiene sitio en ella.
Una amiga sueca, que vivió sola un invierno al borde del desierto me escribió:
"...paisajes de una grandeza tal, que uno hallaría en ellos espacio suficiente después de la muerte. Al menos por algún tiempo..."
Rilke, El Testamento

viernes, 7 de agosto de 2009

Mundo Exterior, 2009


Arianna Bañuelos Zetina



318
De mi abstención de colaborar en la existencia del mundo exterior resulta, entre otras cosas, un fenómeno psíquico curioso.
Al abstenerme interiormente de la acción desinteresándome de las cosas, consigo ver al mundo exterior, cuando reparo en él, con una objetividad perfecta. Cuando nada interesa o conduce a tener razón para alterarlo, no lo alterno.
Y así consigo (…)
319
Todo esfuerzo es un crimen porque todo gesto es un sueño interno.


Pessoa