Junio me dio la voz, la silenciosa música de callar un sentimiento.
Junio se lleva ahora como el viento la esperanza más dulce y espaciosa.
Yo saqué de mi voz la limpia rosa, única rosa eterna del momento.
No la tomó el amor, la llevó el viento y el alma inútilmente fue gozosa.
Al año de morir todos los días los frutos de mi voz dijeron tanto y tan calladamente,
unos días vivieron a la sombra de aquel canto.
(Aquí la voz se quiebra y el espanto de tanta soledad llena los días).
Hoy hace un año, Junio, que nos viste, desconocidos, juntos, un instante.
Llévame a ese momento de diamante que tú en un año has vuelto perla triste.
Álzame hasta la nube que ya existe, líbrame de las nubes, adelante.
Haz que la nube sea el buen instante que hoy cumple un año, Junio, que me diste.
Yo pasaré la noche junto al cielo para escoger la nube, la primera nube que salga del sueño,
del cielo, del mar, del pensamiento, de la hora, de la única hora que me espera.
¡Nube de mis palabras, protectora!
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...Pellicer
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