lunes, 29 de junio de 2009

lunes, 22 de junio de 2009

Cuando tus ojos me ven

· Conjugación de formas: ayer, aquí, mañana.
· Habitación vacía (color azul de los que parten y resuenan en tiempo flotante).
· Música que se va con el sauce, sin quebrarse., parecido al violín y un sonido silencioso.
· La canción del tiempo, el mismo estruendo trepidante que demuele un todo, dicta el aire.
· Un sueño, cuando Dios me dio vida, dijo: infinito seas.
· Un anhelo de inocencia con letrero de: “una vez hilamos puntos de luz, tejimos conciencias y desvanecimos polvos”.
· Eslabón perdido todo lo acerca.
· Una intimidad abierta florece sin retrospectiva (repaso el cuerpo; punta del cielo).
· Una historia de cómo sería el amor aquí en la tierra si el segundo no envejeciera.
· Eternidad sin dudas (hubo ángeles que soñaron tu lugar).
· Fe: no nos hicimos en un día. Fe: por encima de mi cara un lino blanco.
· Nos gusta un libro que jamás leeremos (conmovido hasta las lágrimas).
· Una línea recta que estuvo antes, cuando la lluvia mojaba nuestros pies; después, cuando abrimos puertas.
· Nostalgia, regresión de mar y espejo frente a frente (ilusiones de niño).
· Cuando tú corrías yo clamé un poema: seremos ciegos hacia fuera.
· Guarida.
· Nuestras manos juntas en memoria del mundo (guerra y paz).
· Un bosque entre los árboles y cada sombra una silueta encendida: la ida y el regreso un trazo que dibujó el viento en sonido circular: murmullo.
· Un posible ver: la sensación del frío y del calor al mismo tiempo; orden nuevo.
· Una sonrisa con forma de “lágrima redonda”. Es posible…
· Un silencio cuando dijimos todo: las palabras pesan.
· Un silbar de grillos al mismo tiempo que fuimos el sonido de un oído.
· Una historia (ya no importa). Habrá que comenzar.
· Un momento (fin de ellos).
· Otro lugar, la alteridad (levantemos muros).
· Posibilidad (nube, tierra, vista, fuego).
· Un correr de aguas, un río, un manantial.
· La esperanza; un paracaídas cuando lo vimos caer (el sueño del hombre).
· Allá: cuando las almas se juntan.
· Y nosotros (apenas fuimos).
· …

jueves, 18 de junio de 2009

Lágrima Redonda

Sobre la cama figurando espuma; fuego de nube de piel: oídos-mudos.
Como cielo quieto, como lluvia inerte.
Estoy en un sueño con miles de ojos (tu vista aquí). ¿Sientes?
Con un pincel
Si tuviera una imagen con forma de mujer.
Tan sola ella
esta lámpara real con frases cortas: oír-tocar, sentir-cantar.
Tan sólo luz
como velero que recorre, primero el agua entre tus piernas,
luego el mar de mis ojos en medio de una pausa…
Toqué la lluvia
sentí que la noche recorría desnuda entre mis dedos
Oí la noche
un sonido de tu respirar errante
Tu aroma
ebrio catador muy cerca del aroma silenciosa…
Fui. Pero antes, no le creí a mi cuerpo. ¿Sueño?
Con mi sonrisa
Si estas noches fueran una ¿cómo discierno cuando empiezan y terminan las horas?
Lágrima redonda, esta lluvia de agua sin mojar.

martes, 16 de junio de 2009

Se falla el IV Certamen internacional de poesía "El verso digital"

El escritor argentino Hugo Francisco Rivella obtiene el premio de 1.000 euros en metálico por su poemario "La poesía sucediendo"

jun 2009
16 Hoy, día 16 de junio, se han conocidos los finalistas y el poemario ganador del IV Certamen internacional de poesía "El verso digital" que convoca Publicatuslibros.com, dotado con un premio en metálico de 1.000 euros, y que está patrocinado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Hugo Francisco Rivella (Argentina) ha sido el autor cuyo poemario La poesía sucediendo, ha conseguido la mejor puntación emitida por el Jurado integrado por los escritores Teresa Iturriaga y Manuel Carlos Sainz, ganadores de las ediciones 2008 y 2007 respectivamente, el escritor y poeta argentino Luis Benítez y la Catedrática de Literatura, Mercedes Moreno.

Los poemarios y autores finalistas elegidos han sido

Mi nombre ante el espejo Manuel Fernández de la Cueva Villalba (España)

Vacuas Andrés Urzúa de la Sotta (Chile)

Lunática en el ático María del Carmen Guzmán Ortega (España)

Destinos Emiliano de Lucas Matarranz (España)

De algunos días en la ciudad Carlos Torrentera (México)

Un lugar sin estaciones Carlos Luis Ortiz (Ecuador)

La luz caída en el espejo Marcos Joel Garríguez (Argentina)

Αιώνια Arianna Bañuelos Zetina (México)

Se lo llevaron Manuel Senra (España)

En esta cuarta convocatoria se han recibido un total de 393 obras provenientes de 22 países diferentes del Mundo. Los diez poemarios finalistas, incluido el ganador, serán compilados y editados en un libro presentado por Publicatuslibros.com. Además, el/ ganador podrá editar un libro digital con sus obras por cortesía de Publicatuslibros.com.

El fallo se ha dado a conocer hoy en la fiesta que se ha celebrado en el Albergue -Spa Juvenil de Jaén, y que ha contado con la presencia de las poetas jiennenses Ana Toledano y Yolanda Ortiz.

martes, 9 de junio de 2009

glow

For one human being to love another; that is perhaps the most difficult of all our tasks...the work for which all other work is but preparation.

- Rainer María Rilke

lunes, 8 de junio de 2009

SIN MANOS QUE LEVANTAR

Arianna Bañuelos Zetina

(AVES LIBRES)

1

-“Hoy quizás, le demos de comer a las aves”. Dos mujeres se visten y suelen hablar desnudas.

Si quisieran lanzarse a esa obra inmaculada llamada “transversalidad”;
el amor como recuerdo de la rosa límpida;
el momento como asalto en una mesa con café, discretamente susurrando, sin hablarse;
en voz baja, para simular un cuarto estrecho sin ventanas;
en voz alta, para hablar adentro de un capullo, a mitad de un nido con espectro de luciérnaga;
a tientas, para caminar a solas sin oírse, bosque descalzo, silencio arrojado a la espuma de sus labios virginales;
a prisa; como niños esperando a un costado del mar y las olas con suspiro de lluvia…

2

Bastaría un alma, un trazo delicado para dibujar una escalera. ¡Vaya cortesía de ciegos!: el viento lleva cicatrices y de vez en cuando grita:

“Suelten las manos”. El tiempo exige cuerpos con señales de arrancar. Eternos luchadores de sus agresores, violadores y asesinos.

Un beso rendido al océano y una estrella que vele noches junto al cuerpo
(yo me perdí en los rostros de mi infancia cuando aprendí a callar).

“Sueñen otro día”. Más allá de los labios, cenizas danzantes. Tu voz al otro lado es una calma de lluvia impávida, serena, calor de piel en mi fogata.

“Liberen cuerdas”. Esta filtración encadenada no es un juego. Hay piedras que son corazas, hielos en el agua, repetición y espacio faltante de la nada.

Y este desafío muerte a muerte, el capullo de la tranversalidad…

3

Después de haber recorrido el Paraíso de la Muerte sin sombrero;

Ahogado mi cuerpo en agua caliente, renunciando a mis poderes infrahumanos, telón de un anfiteatro con máscaras a mi costado;

Terminado un número de cuenta-copas, cuenta-lágrimas, la voluntad endémica de la impotencia: mi cuerpo inmóvil al final de un sendero;

Callando. La obscuridad en forma de árbol, se desvanecen los miedos cuando te viera así sonriendo. Crece una hoja con forma de piano; un teclado blanco y un sonar pausado;

Volviendo. Esta nostalgia me invade como pirámide egipcia de explicación incógnita. Como polvo pasa y la imaginación intacta, con sed de tiempo;

Atento. Me duele pues este escenario; dormido en la tierra sin oír. Atento a tus ojos resurrectos que contrastan con mi pulmón ahogado, movimiento para fijar un escenario hincado;

Venciendo. Tus cabellos llevan mi figura inexperta, arrastrada como títere de un vuelo sin riendas. Bajo tus alas de ángel espero, en resignada escucha;

Callo. Cuentan las horas.

Empero el día de soñar ha sido…

4

El ruido de esta puerta es un temor de nada.

La ruptura de un espejo es un oasis, verso sacrificado con asombro, sin violencia.

¿Qué es la vida, sino un conjunto de hormigas que nos devoran con fiereza?

Esta sociedad, con sus manos puntiagudas lanza un gemido:
¿Quién oye un rumor de cuerpos insertados en la nada?
¿Quién desviste como un mago, un todo desnudo de horas, cuando hay almas que deambulan solas?

No hay nada.
Todo es un infinito respiro de paz.

El silencio le dijo a Dios: VEN…y Dios le dio a las aves de comer.

5

Basta cerrar los labios y morir de una vez, para no tener que repasar tu rostro cada noche.

Basta el mar, y las olas impasibles para navegar. Sufrir de esa manera la distancia de otra ola; la calma como espacio de otra ansiosa vida, un beso para el día de mañana.

Basta recorrer el frío de mis dientes para recordar el calor de tus labios y la sensación de mi cuerpo entre el espacio de un suspiro y un latido; como golpe al cielo, la fuerza del mar contra una roca.

A veces el día se parece a la noche. No es necesaria la nostalgia de un suspiro, ni mis ojos hundidos con sed de luna o fijación de estrella. Cargo todos los días con la ausencia de tu cuerpo.

Paso las horas, que son nada en cuestión de tiempo, para saberte dormida en el reposo de mis brazos.

Pasan las hojas, que son pisadas en el bosque de un sueño tan profundo.

Pasa la vida, que es un ave de un capullo tan antiguo como el sueño mismo.

Horas de Junio

Junio me dio la voz, la silenciosa música de callar un sentimiento.

Junio se lleva ahora como el viento la esperanza más dulce y espaciosa.

Yo saqué de mi voz la limpia rosa, única rosa eterna del momento.

No la tomó el amor, la llevó el viento y el alma inútilmente fue gozosa.

Al año de morir todos los días los frutos de mi voz dijeron tanto y tan calladamente,

unos días vivieron a la sombra de aquel canto.

(Aquí la voz se quiebra y el espanto de tanta soledad llena los días).

Hoy hace un año, Junio, que nos viste, desconocidos, juntos, un instante.

Llévame a ese momento de diamante que tú en un año has vuelto perla triste.

Álzame hasta la nube que ya existe, líbrame de las nubes, adelante.

Haz que la nube sea el buen instante que hoy cumple un año, Junio, que me diste.

Yo pasaré la noche junto al cielo para escoger la nube, la primera nube que salga del sueño,

del cielo, del mar, del pensamiento, de la hora, de la única hora que me espera.

¡Nube de mis palabras, protectora!

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...Pellicer